¿Qué es el e-commerce?
El e-commerce es un intercambio económico que se produce en un espacio virtual. La gestión tanto del pago como del cobro se produce en un contexto telemático. El e-commerce es un negocio online.
No debemos confundir el concepto e-commerce con el concepto e-business. Este último se refiere al proceso completo que se debe llevar a cabo para mantener un negocio que se produce de forma virtual. Lo único que tienen en común es que el espacio en el que se producen ambos, son virtuales. Eso sí, el e-commerce, puede formar parte de las estrategias de un e-business.
Tipos de ecommerce según el intercambio
- B2B (Business to Business): el intercambio material y/o económico se produce entre dos negocios.
- B2C (Business to Consumer): el intercambio material y/o económico se produce entre un negocio (el que vende) y el consumidor (el que compra).
- CB2 (Consumer to Business): el intercambio material y/o económico se produce entre consumidor (el que vende) y el negocio (el que compra).
- C2C (Consumer to Consumer): el intercambio material y/o económico se produce entre dos consumidores.
Tipos de e-commerce según el modelo de negocio
- Negocio online: trata de seguir la misma presentación que una tienda física pero presentado en un contexto online.
- Afiliación: La compra que se realiza en un negocio, no se produce en este, de igual forma que no es este el negocio que se ocupa de realizar un envío. Es decir, un negocio se afilia a otra empresa (que normalmente tiene una capacidad de producción mucho mayor) para que estos se ocupen de la venta y el envío de sus productos. Normalmente la empresa a la que se afilia un negocio ya trabaja con muchos otros.
- Dropshipping: El vendedor del producto no es quien se ocupará de su envío al comprador (quien no suele percibir esta diferencia). Es decir, se realiza la compra a un tercero y este envía el producto al comprador.
- Servicios: El negocio puede funcionar gracias a las ofertas de formación que se ofrecen. Es decir, no es necesario que el intercambio se produzca exclusivamente a partir de la venta de artículos.
- Freemium: Está creado por la combinación de dos tipos de ingreso: publicitario (generado por contenido sin coste) y servicios de pago (también llamados premium).
- Marketplace: La mejor analogía de este tipo de e-commerce sería un centro comercial ya que el marketplace es una tienda que a su vez contiene muchas más dentro. Cada tienda ofrece productos de diferentes contenidos.
- Subasta: en este caso el intercambio se produce entre dos consumidores. Su funcionamiento consiste en que un particular publica su producto, pagando por subastarlo, y una vez está vendido, recibe un porcentaje del precio final del producto (mientras que la empresa se lleva el resto)
- Membresía: Estos negocios buscan generar compras habituales. Para fidelizar a los clientes, los negocios hacen uso de estrategias que impliquen que el cliente se registre a una suscripción que facilitará la venta de un producto de forma periódica.
¿Cuáles son los pasos para crear un ecommerce?
1. Tener una idea
Algunos trucos para pensar una idea es preguntarse sobre las necesidades del consumidor, pensando en cuestiones enfocadas a responder a estas necesidades mediante la resolución de un problema. La observación del comportamiento de las personas es uno de los puntos claves para llegar a inventar una idea para un negocio próspero.
2. Analizar la idea
Es posible que tras un brainstorming de ideas, resulte difícil seleccionar una sola. Sin embargo, esto es un paso central que puede determinar el éxito de un negocio. A continuación, os presentaremos una lista de filtros que permitirán facilitar la elección de la idea final:
- Valor: preguntarse qué puede aportar mi idea.
- Competencia: asegurarse de qué se podrá hacer frente a la competencia con otros negocios; la clave para ello sería hacer que tu producto sea una versión mejorada del producto ya existente en el mercado.
- Mercado: analizar las cualidades y posibilidades de este producto dentro de un mercado donde ya existen ofertas similares.
- Demanda: conocer al posible público que quiera obtener el producto que se va a ofrecer.
3. Crear una estrategia
La estrategia es esencial para determinar el éxito de tu empresa ya que te permitirá evitar futuros problemas gracias a la visualización previa de posibles imprevistos. Además, permitirá saber en qué dirección va el negocio y qué medios tienes disponibles. Los puntos que deberemos tener en cuenta durante la estrategia estarán relacionados con:
- Conocer el perfil del potencial cliente
- Sopesar la competencia
- Precio en comparación a otras empresas
- Plantearse cuáles son los objetivos del negocio
4. Organizar un plan de acción
Este solamente se podrá hacer cuando queden bien definidos los puntos anteriores, ya que el plan de acción dependerá enormemente de la estrategia marcada.
- Nombre: un punto inicial muy importante ya que una vez se establezca el nombre, se empieza a construir la personalidad de la marca. Se aconseja que sea un nombre sencillo, de esta forma es más accesible a la memoria del público y, por lo tanto, más rentable en términos publicitarios/comerciales.
- Servidor: en este caso, dependiendo del conocimiento que tengas o lo que estés dispuesto a aprender, la creación de la web la podrás hacer tú o contratar a un profesional para que te asesore.
- Desde KMA Disseny te recomendamos que delegues este trabajo a expertos que podrán ofrecerte un servicio excelente, dejándote más tiempo a ti para el desarrollo de tu empresa. Aquí tienes más información sobre cómo trabajamos el desarrollo de una tienda online.
- Visibilidad: Es importante pensar en cómo se llegará al público. Hay diversas formas de hacer que tu empresa esté expuesta a potenciales clientes: estrategia SEO, Facebook ads, creación de contenido, etc.
- Identidad corporativa: esta mostrará la personalidad de la marca, cómo se quiere presentar al mundo. La forma, los colores, la tipografía… con tan solo una mirada, el cliente podrá imaginar con quien está tratando.
- Web: de la misma forma que una tienda tradicional necesita un espacio físico en el cual se instalará y venderá su producto, el ecommerce requiere un espacio en internet donde mostrarse, un sitio web.
¿Qué es el DAFO?
El DAFO es una de las técnicas más utilizadas para analizar las ideas que se tienen para la creación de un negocio. Es muy utilizada por los emprendedores ya que ayuda a estudiar y analizar profundamente todas las cuestiones relacionadas con una idea de negocio. Además, permite analizarlo tanto de forma interna como externa. Los puntos de análisis llevan el nombre de las siglas: Debilidades, Amenazas, Fortalezas y Oportunidades.
Ventajas del modelo e-commerce
- Mayor número de clientes, puesto que el e-commerce cuenta con un alto nivel de alcance (por motivos lógicos) Por ejemplo la facilidad de acceso es uno de los puntos principales ya que se puede comprar desde cualquier parte del mundo, ampliando enormemente el potencial público.
- Gastos reducidos: los costes son considerablemente más bajos de lo que supondría una tienda. Por ejemplo, se evita el pago de un espacio y trabajador/es físicos. Además, tampoco hay un gasto en la producción porque el negocio online contacta automáticamente al proveedor con el comprador.
- Capacidad de adaptación: un negocio online tiene una capacidad mucho mayor que una tienda física puesto que esta última está limitada por un espacio físico. En cambio un negocio online, puede hacerse cargo de un volumen de clientes muy elevado. La compra se puede realizar por cientos y miles de personas a la vez.
- Posibilidad de incrementar enormemente el beneficio generado, ya que hay una reducción de gastos (en trabajadores, alquiler, producción, etc.) y enorme capacidad de venta. Inevitablemente esto produce una incremento de las ganancias.
- Se elimina la limitación de los horarios y eso, lógicamente, amplía el margen de venta y por lo tanto de beneficio. Se puede producir la compra en cualquier sitio y a cualquier hora.
Desventajas del e-commerce
- Imposibilidad de ver, tocar y probar el producto que se quiere comprar, lo cual impide al comprador adquirirlo con la misma confianza que un producto en una tienda física, donde puede asegurarse de que está satisfecho en lo que está invirtiendo el dinero. Algunas de las estrategias que se usan para ganarse la confianza del cliente son: dar acceso a detalles muy específicos del producto, ofrecer la consulta online con un experto y la posibilidad de devolución en caso de que uno no quede satisfecho.
- Desconfianza hacia un intercambio económico “invisible”, aunque las garantías que ofrece un comercio online son prácticamente las mismas que una tienda física. Esta desconfianza se puede leer como una cuestión psicológica (aquello que vemos nos parece más real y genera más sensación de control) y social (el e-commerce es un fenómeno muy reciente, y todavía no estamos del todo acostumbrados a fiarnos de él). Esta desconfianza se intenta solucionar con la presentación de los certificados que garanticen la seguridad del intercambio.
- Un ámbito mucho más competitivo que las tiendas físicas ya que crear un negocio online no supone una inversión económica inicial tan elevada como un negocio físico. Por ello hay muchas personas que optan por iniciar la venta de su producto en el e-commerce.
- Resultados no inmediatos, puesto que la tienda, tras ser montada, debe ser vista, y esto requiere una serie de estrategias de marketing posteriores a su existencia. Por lo tanto, los clientes suelen empezar a comprar más adelante (a menos que se haya hecho mucha propaganda previa del producto o de la tienda).
- Posibilidad de dificultades técnicas que siempre se pueden producir en un contexto virtual. Además, la solución de estos requiere conocimientos informáticos que permitan entender y solucionar los problemas que pueden llegar a ocurrir.
- La accesibilidad es un concepto paradójico en este caso, ya que puede ser tanto una ventaja como una desventaja. El acceso a internet es el factor sine qua non de una compra online.